Amor es todo los días
Este día de los enamorados es una celebración anglosajona que se extendió por el mundo a lo largo del siglo veinte.
Es un día en que los enamorados, novios o esposos expresan sus sentimientos. Y no como algunos han pretendido de que se trata el amor a la madre, a la amiga. No señores, para eso hay otras celebraciones.
La primera asociación entre el amor romántico y el Día de San Valentín se encuentra en el Parlement of Foules, de mil trescientos ochenta y dos, del poeta inglés Chaucer, cuando escribió:
Porque esto fue el día de san Valentín,
cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja
Chaucer escribió este poema en honor al primer aniversario del compromiso entre el rey Ricardo II de Inglaterra con Ana de Bohemia. Se firmó un tratado acerca de este matrimonio el dos de mayo de mil trescientos ochenta y uno. Se casaron ocho meses después, cuando el Rey tenía trece o catorce años y ella catorce.
Este san Valentín fue un obispo de Génova que murió alrededor del año trescientos siete. Los lectores supusieron incorrectamente que Chaucer se refería al catorce de febrero como el Día de San Valentín. Sin embargo, en Inglaterra el mes de febrero no es adecuado para que las aves se apareen. El poema se presenta en un contexto ficticio de una tradición antigua, pero el hecho es que no existía tal tradición antes de Chaucer.
En Angloamérica, hacia mil ochocientos cuarenta, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín, conocidas como «valentines», con símbolos con la forma del corazón o de Cupido.
Eso indica que esta fecha, como todas las celebraciones, fue tomada por los comerciantes para hacer su zafra y cada año se gastan millones y millones de pesos en el mundo para expresar el amor, cuando este es el sentimiento más fácil de manifestar
Si usted quiere agasajar a su amada o viceversa, pues gásteselo todo en respeto, indulgencias, caricias, amor en todas las formas, eso es más permanente que una cartulina con bellos colores y citas cursis.
Pero volvamos a la parte comercial de este día. A la practica del regalo masivo de postales se le sumó el dar otro tipo de obsequio como rosas y chocolates, normalmente regalados por los hombres a las mujeres.
En Estados Unidos, esta celebración también se empezó a asociar con un saludo de amor platónico de «Happy Valentine’s»,enviado por los hombres a sus amigas.
Es común el regalo de rosas entre los novios, tanto es así que en la simbología humana, el color de la rosa determina el mensaje que se pretende expresar. Por ejemplo, la rosa roja simboliza el amor, la blanca representa la paz y la amarilla la amistad. Y para algún curioso que dude por qué dije humana, pues también habría que preguntarle a las abejas si el color les dice algo.
Hay otras decenas de justificaciones para la ancestral costumbre del día del amor, pero muy notablemente la idea del San Valentín proviene también de la Lupercalia romana que ha sido aceptada con algunas críticas y ha sido repetida de variadas maneras hasta la actualidad.
Las Fiestas Lupercales eran, en la antigua Roma, unas fiestas que se celebraban el día quince del mes de febrero. Su nombre deriva supuestamente de lupus (lobo, animal que representa a Fauno Luperco) e hircus (macho cabrío, un animal impuro).
Fueron instituidas por Evandro, el arcadio, en honor de Pan Liceo (también llamado Fauno Luperco, el que protegía al lobo, y protegía contra Februo, o también Plutón).
En estas fiestas se propiciaba la exaltación de la fertilidad. Se celebran desde tiempos inmemoriales, no sabemos cuál es su origen ni el dios al que se dedicaban. El día señalado dos grupos de jóvenes, los Luperci, subían a una pequeña gruta del monte Palatino llamada Lupercal donde sacrificaban un perro y cabras. Los dos jefes de los luperci se manchaban la frente con la sangre de las víctimas, que después se limpiaban con un paño de lana mojado en leche. Luego corrían por un sendero de piedras que estaba allí desde tiempos remotos.
La carrera la realizaban desnudos, tapados únicamente con la piel de la cabra sacrificada y azotaban con tiras de piel a todos aquellos que se cruzaban en su camino, especialmente a las mujeres. El clima era de desenfreno y frenesí.
Pero bien, si seguimos metiéndonos en las historia, complicamos más esto del amor, algo tan simple y sencillo, cuando es puro y sincero.
No obstante para los que les gusta el estudio y la historia. Hasta el Concilio Vaticano Segundo, de mil novecientos sesenta y nueve, la Iglesia Católica reconocía once Días de San Valentín. Y el catorce de febrero se celebraban al menos tres:
Son el Valentín de Roma, Valentinus Rómae, un sacerdote romano que sufrió el martirio cerca del año doscientos sesenta y nueve y fue enterrado en la Vía Flaminia.
El Valentín de Terni, aproximadamente en el año ciento noventa y siete fue nombrado obispo de Interamna (la actual Terni). También está enterrado en la Vía Flaminia.
Y un tercero llamado Valentín, según la Enciclopedia católica era mencionado en primitivos martirologios bajo la misma fecha de catorce de febrero. Sólo se dice que fue martirizado en África con varios compañeros.
Así que usted podrá tener muchos valentines, pero un solo amor. FELICIDADES a los enamorados.
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