Ciencias básicas: Medallas del saber que necesitamos
En el período que abarca los últimos ocho años, Cuba ha enviado 279 participantes a olimpiadas del saber en ciencias básicas, de los que 242 han obtenido premios, que se desglosan en 45 medallas de oro, 83 de plata, 90 de bronce y 24 menciones.
En esas delegaciones también estuvieron pinareños que le dieron gloria al país y la educación cubana en difíciles ramas como la matemática, física, química y la informática.
Durante el año en curso 29 cubanos compitieron en escenarios internacionales en las olimpiadas centroamericanas, iberoamericanas y las internacionales de las disciplinas e numeradas y felizmente 28 de ellos fueron premiados.
Estos halagüeños resultados no son fruto de la casualidad, sino del esfuerzo de todo un pueblo que cuenta con un magnífico sistema educativo, a pesar de limitaciones económicas impuestas por la fuerza durante más de 47 años.
Algunos se preguntarán ¿por qué son importantes estas medallas? Y la respuesta, aunque se estructura sobre muchas complejidades, se puede argumentar desde la necesidad del desarrollo, la demostración de que la enseñanza en Cuba no es una utopía, la voluntad política de avanzar y muchos etcéteras, pero por encima de todo, porque es un instrumento de medición del desarrollo.
El compañero Fidel dijo en una ocasión que el futuro del país era necesariamente un futuro de hombres de ciencia y de pensamiento. Está claro entonces, que si no desarrollamos las ciencias difícilmente podamos avanzar, porque los datos no demuestran otras cosas.
En un recienten taller para la promoción del estudio de las ciencias en Cuba, patrocinado por la Oficina Regional de la UNESCO, los ministerios de Educación y Educación Superior, el CITMA y la Unión de Periodistas de Cuba, se ofrecieron informaciones muy reveladoras, como que el 94 por ciento de los científicos pertenece al mundo desarrollado, el seis por ciento corresponde a la otra parte que equivale al 77 por ciento de la población y que sólo el uno por ciento es latinoamericano.
Por otro lado tenemos que el 80 por ciento de la riqueza se concentra en los países desarrollados, que convierte a los demás en sus esclavos no solo de la producción material, sino dela espiritual, porque dominan el cine, la radio, la televisión y la cultura vista como un gran fenómeno de masa.
A los países en vías de desarrollado les queda la alternativa de avanzar o desaparecer, máxime nosotros que estamos asediados por la potencia más poderosa y ubicados en una región expuesta cada año a los huracanes, que nos causan cuantiosas pérdidas.
No obstante Cuba apuesta por el desarrollo de las ciencias, para eso creo una infraestructura educacional que ahora perfecciona con una red de universidad a través de toda la Isla, más las sedes universitarias municipales que acercan los altos estudios al surco, la fábrica, la escuela, el taller.
Este encuentro reciente tuvo por objetivo sensibilizar a los periodistas en la divulgación de la importancia de las ciencias básicas y, de manera especial, dirigirse a las familias y crear una vocación de las ciencias para que sepan la mejor manera de cómo orientar a sus hijos.
El taller contó con periodistas de casi todas las provincias y en la gráfica una representación de ellos y algunos funcionarios de las organizaciones.
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Osmaira -