Medardo
Medardo, entre Marta su esposa y el doctor García Portela, gloria de la medicina pinareña, el día que recibió el Premio Finlay |
Muchas personas sobresalen por sus títulos o fortunas; algunos por lo que son en sí, este trabajo está dedicado a uno de ellos, que emerge por sus valores, éticos, morales y profesionales.
Medardo ha dormido poco, porque ha estudiado mucho; solamente ha vivido un poquito más de medio siglo y lo aprovecha muy bien... es fuerte en lo que hace, un pronóstico implícito en su nombre, proveniente del Sajón y que suele interpretarse como latinización del germánico Machthard, antropónimo compuesto de las raíces macht (poder) y hard (fuerte, valiente).
Coincidentemente este pinareño es de origen campesino –de Ovas- y San Medardo, es el santo predilecto de los campesinos de Francia, quienes confían en su capacidad de atraer la lluvia en épocas de siembra.
Tal similitud de sentimiento agrario la encontré en uno de sus versos:
Para quien siempre fue pobre// Y por demás es guajiro// Trazarse una meta alta// Es un difícil camino. Yo que creo en el destino// Y en mi padre celestial// Sé que llegar a doctor// Es algo muy especial.
Doctor en Ciencias, Profesor Titular en la Universidad de Ciencias Médicas y metodólogo de la vice dirección docente del Hospital Abel Santamaría, constante educador que va regalando enseñanza desde a sus pequeños nietos, hasta los jóvenes y adultos con quienes comparte conocimientos de pre y post grado.
Busto y diploma del máximo galardón de la Universidad de Ciencias Médicas |
Como aval de lo que hemos expuesto, añadimos que se desempeña como coordinador provincial de la Maestría de enfermería y tribunal de examen de la Maestría en Educación Médica superior, miembro del Tribunal provincial para cambio de categoría docente a profesor auxiliar y titular, imparte docencia a alumnos de cuatro diplomados (formación de tutores, como parte del aporte práctico del trabajo de terminación de doctorado), perfeccionamiento en unidad quirúrgica, cuidados intensivos y procederes endoscópicos, además del curso de administración para dirigentes.
La historia comenzó así
Desde pequeño se inclinaba por su afán de servir y a diferencia de sus siete hermanos terció en beneficio de la Salud, su padres Alfredo Rodríguez Hernández y Luisa López del Valle le dieron las herramientas necesarias para comenzar en su escuela primaria Gilberto Capote y en Sandino sintió los rigores de la distancia, pero aun cuando su padre la propuso acercarse al hogar, decidió privarse de esos beneficios para estudiar a fondo.
A los 19 años tuvo su primer matrimonio y aparecieron sus hijas Yarelys y Yanaisy, quienes les completaron la felicidad con los nietos Osniel y Yazmin, que espera a un hermanito ya en camino.
Y como escribió en unas notas para este trabajo "Donde no llega la ciencia, puede llegar el amor", ese intenso afecto que comparte con su actual esposa Marta María Morera Negré, especialista de segundo grado en gastroenterología y máster en longevidad satisfactoria, y la persona que lo ayuda incondicionalmente en los momentos difíciles de la vida.
Hoy, en el placentero hogar, agradece al instituto politécnico de la salud Simón Bolívar su título de bachiller y técnico medio en enfermería y especialmente a su instructora la licenciada Dulce María Hernández, aunque es agradecido de mucha gente; no por olvido los mencionamos todos, sino porque haría falta una lista interminable.
Departiendo con la familia |
Saltando como gigante de siete leguas, comprendemos que la Licenciatura en Enfermería fue su primer paso importante, luego la misión internacionalista en la costa Atlántica de Nicaragua, un bautizo de crecimiento espiritual, y de regreso en Cuba la difícil etapa del periodo especial, haciendo malabares para trasladarse a La Habana y concluir felizmente su Maestría en Salud.
Al lector no lo puedo dejar con las ganas de saber, su trayectoria se resume en diplomados en Unidad Quirúrgica; Cuidados Intensivos; Economía de la Salud; Máster en Salud Pública y Doctor en Ciencias Pedagógicas, además de muchas responsabilidades administrativas, técnicas, científicas y en el campo de la investigación en los hospitales León Cuervo Rubio, en el Abel Santamaría y en la universidad médica.
La esencia de la diversidad
La necesidad de enumerar esos estudios tiene como propósito destacar su diversidad intelectual y conjugación con la sabia práctica médica con la economía y el magisterio, quizás los conocedores de historias esbocen una amplia sonrisa al acordarse del santo francés patrono de los camareros, leñadores y titiriteros, y también se le invoca para combatir la tuberculosis intestinal y el dolor de muela.
Medardo es presidente del Consejo Científico del hospital Abel Santamaría Cuadrado y ha sido multipremiado, atesora las medallas de combatiente Internacionalista, por la Educación Cubana y la 40 Aniversario y aunque todas encierran alta significación no hay dudas de que el Premio Finlay de la Universidad Médica resume una larga historia en su quehacer profesional.
Su militancia activa, la impartición de cursos internacionales, el rico anecdotario desde niño recordando sus pláticas con el primo Luis; las proféticas palabras de Florencia Naithingale, quien define la enfermería como un arte progresivo en el cual permanecer inactivo es haber fracasado; el consejo del doctor Hidalgo, jefe del servicio de anestesia en aquel momento, quien en la disyuntiva de qué estudiar, le dijo "tú lo que tienes que ser bueno en lo que hagas, si eres buen albañil te buscan para hacer la casa y si eres buen carpintero para hacer los muebles"; sus relaciones de trabajo con los doctores María Cecilia Santa y Sarmiento... darían para muchas páginas, pero lo dicho es suficiente, Medardo es un ejemplo que a diario camina entre nosotros.
Conjunto de diplomas y reconocimientos por su larga trayectoria |
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