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Matahambre: weblog de Ramón Brizuela Roque

La felicidad de vivir 110 años

La felicidad de vivir 110 años

Aún en las negrísimas noches, cuando falta la luna, se escucha su recia voz arreando bueyes y por la mañana con tono autoritaria pregunta a Graciliano. ¿Hijo, sembraste las posturas de arroz que te dejé ayer”.

-¡Si viejo!

Es la respuesta confidencial y respetuosa, para que el viejo no se encabrite y continúe rememorando en las madrugadas los imaginarios caballos que le robaron y otras anécdotas que no se sabe cuando ocurrieron en su prolongada “juventud”.

En Gregorio Echevarría Reyes, todo podría parecer común, si no fuera porque su  carné de identidad número 02031203469 expone que el hijo de Víctor y Juana nació el 12 de marzo de 1902, o para ser más exactos llegó con la República.

Algo tan inusual permite exclamar: ¡Ay Gregorio! Cuanta envidia. Suponemos que sea el hombre más longevo de Pinar del Río, y nos lleva al recuerdo de un pensamiento anónimo que dice: “Ser mayor es quien tiene mucha edad; viejo es quien perdió la jovialidad”.

Entonces, al hablar de Gregorio, concluimos que solo es muy mayor, su jovialidad está intacta, y sigue tan enamoradizo como en los años mozos y con ojos pícaros – que no necesitan lentes ni para ver las fotos en la pantalla de la cámara, aclara “no pierdo la esperanza de encontrar a una buena mujer”.

Realmente sus ocurrencias arrancan la risa a su hijo Graciliano, de 75 años, y a Berta Lina Candelaria Rodríguez, su nuera - digo su hija añadida- con 74 años y 38 de ellos pegada al viejo como si fuera su padre.

El camino de todos

La vejez es un camino a recorrer por todos los humanos, lástima que centenarios solo existan 80 en Pinar del Río y Gregorio sea una gran excepción.

Con la disminución progresiva de la mortalidad infantil y el alargamiento de le expectativa de vida, cada vez tendremos una población mayor y más envejecida, con muchos retos para el país y en especial para la provincia.

En un futuro cercano tendremos más habitantes y un gran número no aportará bienes materiales por razones de la edad, sin embargo serán consumidores. Ese futuro promisorio obligará a los obreros a ser más productivos, se reclamarán más alimentos y en contraposición habrá menos brazos para conseguirlos, por la inevitable una tendencia migratoria del campo a la ciudad.

El envejecimiento poblacional plantea un sistema de salud más eficiente y con características especiales, deberá primar la medicina preventiva y habrá que cambiar muchos estilos de vida.

Hoy las estadísticas reclaman atención, la licenciada Esperanza Marante Pozo, jefa Departamento Adulto Mayor, Atención Social, Salud Mental y Discapacitados, informa que en la provincia existen 106 128 personas adultas mayores de 60 años.

De ellos hay 11 878 ancianos solos, quienes no tienen descendencia o responsables que los representen y solo 9 096 reciben atención domiciliaria, de acuerdo con los planes estatales.

El sistema de salud no está con los brazos cruzados, se crean condiciones para el futuro inmediato, aunque no es una obligación estrictamente estatal, sino de toda la sociedad. No basta comida y medicina, hay “nutrientes” más importantes como el amor, la bondad, el respeto, la consideración, la comprensión y otras actitudes que no son precisamente las que vemos ahora en las  calles e incluso, en algunos hogares.

Una vida sana

La longevidad es la suma de muchos secretos, pero debe primar una vida sana, alejada del alcohol y otros vicios, con una reducción del estrés y buenas prácticas en el hogar.

Gregorio o El Niño, como ahora ellos le llaman, tiene más de 50 descendientes y las edades de sus hijos son José, 80 años; Pedro, 76; Eugenia, 78 y Alfonso 70.

Su hermano Ricardo cumplió 101 años el pasado 29 de febrero y los demás, la mayoría ha sobrevivido los 90. ¿El secreto?, una vida sana, de respeto a sí mismo, buena nutrición y mucho trabajo físico. El factor no debe ser solo genético, porque la nuera, que comparte sus vidas, tiene 74.

Cuidadores de un tesoro

El doctor Omar Gort Cuba, jefe del servicio de Geriatría y Gerontología del Hospital León Cuervo Rubio, al abordar el tema, expone: “La tercera edad se recoge como las personas que sobreviven los 60 o 65 años de vida, incluso se cree que el hombre hoy puede vivir hasta 120 años.

“Cuba está dentro de los países con envejecimiento avanzado, el 17,9 por ciento de la población tiene más de 60 años, y las expectativas son que para  el 2025 sea el 25 por ciento.

“La Geriatría es la rama de la medicina que se ocupa del  diagnóstico, manejo y tratamiento de las enfermedades de las personas de la tercera edad; la Gerontología tiene que ver con los procesos de envejecimiento y  los efectos desde el punto de vista social, que van aparejados al proceso de senectud.

“En este hospital radica el único servicio de  Geriatría de la provincia y además es centro de referencia. Mejoramos estructuralmente, tenemos una sala buena y el encargo de atender al que por azar le correspondió ingresar, porque lógicamente con el envejecimiento poblacional  actual no podríamos atender  a todos los ancianos aquí”.

Por su parte la doctora Nora Lemus Fajardo, añade: “Normalmente existen  programas de Educa  a tu hijo y Cuida a tu hijo porque se sabe que la infancia es un divino tesoro, pero es que la vejez  se debe ver también de igual forma, porque todos deseamos llegar a la ancianidad.

“Lo que sucede es que no estamos formando a la sociedad para recibir la cantidad de personas de la tercera edad que habrá en las casas y es importante desarrollar valores en las nuevas generaciones.

“Falta darles la connotación que tienen los momentos de la  jubilación y la  viudez.  El doctor hablaba de impartir conocimientos geriátricos a todos los médicos, pero insistimos en hacerlo igualmente en la familia y la sociedad.

“Es necesario porque el anciano está en el hospital cinco o seis días, pero el resto del tiempo se encuentra en el hogar,  y vemos como regresan con los mismo problemas.  Por eso nuestro servicio es una especie de escuela de cuidadores, en la que ya logramos avances, porque enseñamos a cuidarlos y a manejarlos”. 

 

La Felicidad de vivir 110 años

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