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Matahambre: weblog de Ramón Brizuela Roque

María Fernanda crecerá en casa nueva

María Fernanda crecerá en casa nueva

La humildad también  tiene recompensas, eso lo saben Roilán de la Rosa García y Yaína Díaz Rodríguez: dos veces los ha premiado la felicidad en menos de siete meses.

Cuando su pequeña María Fernanda llegó al mundo a medidos del 2008, en sus planes estaba mudarse el 31 de agosto para su modesta casita de madera, a la salida de Minas de Matahambre rumbo a Santa Lucía.

El primer mes de vida de la niña había transcurrido en casa de los abuelos, pero la mudada se frustró, porque al amanecer del día escogido la casita ya no estaba allí: Gustav, un mal visitante de extraño nombre, se la había llevado.

El milagro

Hoy María Fernanda crece en una bonita casa nueva, porque hasta ella llegó el extraordinario milagro que recorre la Isla desde hace medio siglo: la Revolución.

“Mucha gente nos decía –recuerda Yaína- ¡uf, tarde van a tener casa ustedes!” Quizás, quienes lo comentaron fue porque valoraron la imposibilidad de que esta joven, estudiante de tercer año de Licenciatura en Preescolar, y su esposo Roilán, trabajador del comercio y la gastronomía, de reconstruir en breve tiempo su hogar desaparecido.

Ahora habla Roilán: “Anoche nos acabamos de mudar – el 25 de febrero-, la casa es muy buena, sólida y de placa; tiene la carpintería metálica el baño y la cocina están azulejados, tiene dos cuartos, pero solo usaremos uno por ahora y ya pagué los 4 500 pesos que vale...”

Razón para un primer lugar

El sistema de Viviendas de Minas de Matahambre tiene el primer lugar en Pinar del Río y precisamente buscábamos la explicación de por qué. El primer argumento que hallamos fue este:

En menos de cuatro meses una brigada de la Empresa Municipal de Construcción Civil edificó la obra, con cubierta de poliestireno extendido, muy confortable y segura, que como vimos tiene un precio módico evidentemente subsidiado, porque al Estado le cuesta más que lo cobrado a Roilán.

No obstante continuamos hasta Malas Aguas en busca de otros ejemplos

Brigada de jóvenes mayores de 60 años

Así se auto titularon y tienen toda razón. Allá en Malas Aguas, próximo a donde Matahambre y Viñales se unen en eterno abrazo, nace un nuevo Mambí, es el tipo de vivienda rural a que aspira cualquier campesino: horcones de encino, paredes de tabla de palma trabajadas como manos de ebanista, baño intercalado, cocina de mampostería y por techo cindulit  (zinc protegido por impermeabilizante) donado por Venezuela.

La brigada constructora de jubilados, donde Juan Lezcano, el jefe, es el menor y tiene 60 años, le da vida a ocho casas de este tipo, pero lo más importante es la velocidad y la  calidad con que las hacen. Además no se pueden equivocar porque el control de calidad está a pie de obra: los futuros dueños.

Este es otro secreto de los mineros, en cada construcción está pegado al trabajo el propietario o alguien de la familia, bueno con excepciones porque una de aquellos hogares es para una anciana, cuyos responsables son los propios obreros y los vecinos, así de fácil.

Lo dicho es demostrable, en la primera vivienda que fotografiamos nos encontramos a Mijaíl Miranda y Kativania Rivero, con su pequeño Diosvel. Él es coordinador de la sala de televisión del caserío y ella ama de casa, él por el día está en la obra y por la noche en su trabajo: el amor que siente por su empleo lo obliga a hacerlo.

Razones que convencen

No hay dudas de que Matahambre tiene el primer lugar, Hilario Cejas Ruiz, director del Sistema Municipal de Vivienda, de la manera más simple nos lo demostró:

“Nosotros no tenemos casos pendientes de casa afectadas de los ciclones anteriores y las de los últimos las vamos a concluir todas en unos meses.”

Ike y Gustav les causaron a ellos 38 derrumbes totales, de los que han solucionado ocho, al cerrar febrero terminarán otros 11 y los restantes aspiran concluirlos en abril, digo si no fallan los suministros.

En daños parciales de las estructuras contabilizaron 414 y finalizaron 35, pero como su promedio de terminación es de 33 mensuales, pretenden cerrar el primer semestre con el compromiso cumplido.

Los techos con daño total fueron 336 y ya repararon 271, por eso no tienen dudas de que finalizarán en mayo, mientras que las afectaciones parciales de este tipo, aunque numerosas porque pasaron de 3 290, ya cumplieron con 1 434 y de entrar las fibras no dudan en terminar en abril o sus proximidades.

Su plan está estructurado por meses, pero como lo sobrecumplieron en enero y van por igual camino en febrero, no le temen al encargo de las 57 viviendas para el año, de acuerdo con el programa provincial.

Están trabajando en las diferentes tipologías, en cada obra se imponen la calidad y la exigencia por el cumplimiento de las normas, las familias están involucradas, no han reportado ni una ilegalidad o delito, hay un control  estricto de la llegada y destino de los materiales… estos son algunos de los secretos para el éxito.

 

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