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Las flores rotas del jardín

Las flores rotas del jardín

Creado en Miércoles, 25 Noviembre 2015 13:47 Escrito por Mónica Brizuela Chirino

"...Cuando Dios creó al mundo escogió a su hijo, Adán. Eva fue el plato de segunda mesa, la clásica costilla. Sin embargo, y como gracia divina, le concedió a ella la suerte de la maternidad, le permitió estar grávida durante nueve meses...Al hombre, al hombre lo dejo en libertad." Fragmentos de "El Monte de Venus" de Mercedes Santos Moray Las manifestaciones de violencia contra la mujer siempre existieron. Desde tiempos remotos se reconoce la lucha de ellas por ganarse un puesto en las sociedades: en Cuba no es diferente, aunque tampoco tan agudo como en el resto de América. Con el paso de los años las cubanas han impuesto su razón, no por capricho, sino como recompensa estatal por sus aportes a la nueva sociedad. Pero aún quedan acciones que afectan a las féminas en todos los sentidos. Desde el punto de vista historiográfico, sociológico y antropológico, la emancipación femenina o liberación de la mujer, como se le conoce también, en ocasiones son procesos que consiguieron la igualdad legal, política, profesional, social, familiar y personal que tradicionalmente se le había negado, y desde finales de siglo XVIII hubo avances con la reivindicación o la igualdad de derechos, a partir de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana en la Revolución Francesa. Cuba alcanzó ese florecimiento femenino con la Revolución en 1959 y la FMC aceptó la responsabilidad de dar el vuelco definitivo en todos los sentidos y bastante se ha logrado, con una infraestructura que incluye la Casa de Orientación de la Mujer, entre otros empeños, y dispone el país de cuerpos legales para que la emancipación no sea simple papel mojado. Hablemos de Pinar del Río Del tema podemos extraer experiencias locales, "En Pinar del Río –comenta Fanny Herrera Chirino, funcionaria ideológica de la Federación de Mujeres Cubanas en la provincia- tenemos previsto crear programas en lugares donde hay violencia, porque esto representa un gran problema. "Este año fue el de mayor índice de violencia de género en la provincia, pero no superamos los 100 casos, al menos que sean conocidos, -explica la funcionaria-. Este aumento está relacionado con una mayor visualización del problema por parte de las féminas, mucho tiempo atrás esto no habría sucedido porque era visto como normal". "En la provincia hay 11 casas de Orientación a la Mujer, una en cada municipio, -declara Gladys Hernández Martínez, miembro del secretariado ideológico de la FMC-, en ellas prestamos servicios de todo tipo con vista a la ayuda a las mujeres. La casa tiene proyectos, encuentros con especialistas de distintas ramas, ya sean maestros, psicólogos, psiquiatras, sociólogos y abogados. "Todos los meses tenemos encuentros con jóvenes, personas de la tercera edad, amas de casa, mujeres trabajadoras, familias, y esto nos permite ir erradicando algunos pensamientos machistas que a veces las mujeres temen y es vital hacerlas entender que ellas también tienen derechos", afirma. Voces que debemos oír Idania Rosell Hernández es maestra hace 34 años y trabaja en la escuela Ceferino Fernández Viñas. "En la escuela tenemos varios programas para ayudar a los niños, desarrollamos un plan de estudio con la asignatura de Educación Cívica, la cual comprende la Constitución de la República y dentro de ella el capítulo de la familia y la formación de valores; el funcionamiento de las instituciones más importantes del país". "Los profesores tenemos autopreparación también -afirma-, tenemos cursos para que todos estén capacitados e impartir en sus clases la formación de valores y enfrentarse a cualquier problema que presente el estudiante, así como las normas de convivencia familiar y las conductas". "En muchas ocasiones las familias disfuncionales afectan las relaciones de los niños, su aprendizaje y comportamiento en la sociedad, y ahí es donde entra el papel del maestro como formador de las nuevas generaciones". "Desde que el niño llega a la escuela tratamos de enseñarle los valores, desde los social hasta lo político, el respeto, la sinceridad, la no violencia, los principios de las personas, el amor a la patria, etc., todo lo que sea posible para que aprenda a crecer". Explica que no sólo hacen trabajo educativo con los estudiantes, sino con la familia también. "las reuniones ya no funcionan y por lo tanto decidimos cambiarlas un poco, ahora las llamamos escuela de padres, esta tiene la función de la educación de la familia, incluso los niños hacen dramatizaciones de diferentes problemáticas que a los puedan afectan y luego se analiza el problema." ÚNETE Este año la campaña ÚNETE extiende el Día Naranja a 16 jornadas consecutivas de activismo contra la violencia basada en el género, desde el 25 de noviembre en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, hasta el 10 de diciembre, el de los Derechos Humanos. Cuba no está exenta de estas manifestaciones. Entre las víctimas asociadas a los temas de sexualidad prevalecen las edades comprendidas entre 25 y 30 años y en una considerable suma de los casos reportados los autores y las víctimas se conocen o mantienen algún vínculo. Aunque ajeno a las cubanas, es útil saber que la violencia sexual contra las mujeres sigue siendo un flagelo grave en la región de América Latina, según expuso la Ms C. Nieves Bernabeu García especialista de Género del Centro Regional del PNUD. Datos oficiales de la Organización Panamericana de la Salud muestran que del 17 al 53 por ciento de las mujeres casadas o viviendo en pareja han reportado violencia sexual, física o psicológica y una de cada cuatro sufrió alguna experiencia violenta a manos de su pareja. Heridas a flor de piel Las cifras mundiales son alarmantes, el 35 por ciento de las mujeres y las niñas sufren alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. En algunos países esta cifra asciende al 70 por ciento según datos de la ONU. Se calcula que más de 30 millones de niñas menores de 15 años están en peligro de ser sometidas a la mutilación genital femenina y más de 130 millones de niñas y mujeres ya están mutiladas por respeto a creencias religiosas. En la actualidad, mundialmente a más de 700 millones de mujeres las casaron cuando eran niñas, de las cuales 250 millones eran menores de 15 años. Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 tienen menos probabilidades de terminar su educación y más de sufrir violencia doméstica y complicaciones en el parto. Los resultados son desconcertantes. En estudios realizados por varios países se analizaron las alarmantes cifras, aunque esto se haya dado a conocer en el 2012 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 15 al 71 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años manifestaron haber sufrido violencia física y/o sexual por parte de su cónyuge en algún momento de sus vidas. no violencia mujer fpt3 Las consecuencias de la violencia de género perduran en generaciones, por lo se escogió por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de noviembre en su resolución 54/134. La celebración es anual y el apoyo para que se realizara lo buscó la República Dominicana, con el respaldo de 80 países. La causa iniciadora de este movimiento fue el asesinato de las tres hermanas Mirabal, hecho que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1960, por órdenes del entonces dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. A finales del siglo XIX se consiguió el sufragio femenino y esto dio paso al feminismo en el siglo XX, cuyos objetivos son la equiparación en todos los ámbitos. El año 1975 fue declarado Año Internacional de la Mujer por la organización de las Naciones Unidas (ONU), y en torno a esa fecha la mayor parte de los países promovieron la igualación legal. El trabajo asalariado, que era tradicionalmente masculino, tuvo su brecha por primera vez durante la Primera Guerra Mundial; las mujeres que quedaron en los hogares asumieron el rol principal. A su vez se acentúa con la Segunda Guerra Mundial por la partida de los hombres frente como soldados. En conjunto con todos estos cambios se mantuvo una parte semioculta y oscura que afecta a las mujeres: la discriminación y la violencia machista. Debemos recordarles a las personas de paz, que de no conseguirse la igualdad en plenitud, en el jardín de la sociedad las mujeres son las rosas rotas y eso no debe continuar.

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